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viejitos

Viejitos

Se encuentran dos amigos y dice uno:
No sé qué hacer con mi bisabuelo, se come las uñas todo el tiempo.
Al mío le pasa igual, y le quite la maña en un momento.
¿Cómo? ¿Le amarraste las manos?
No, le escondí los dientes.

Una viejita esta afuera de una casa queriendo tocar un timbre, pero ella no lo puede tocar porque no lo alcanza, de repente llega un señor y muy amablemente se ofrece:
Señora, buenos días, ¿En qué puedo ayudarle?
Por favoorr jooven, aayudeme a tocarr el timbree.
Señora, con mucho gusto, le respondió.
Ya señora, y ¿Ahora qué?
La viejita le responde:
¡A correr!

En un autobús repleto de viejecitos, en una gira especial a Lourdes para
gente de tercera edad, una viejecita le toca el hombro al chofer y le brinda
un buen puñado de cacahuates (maní) sin cáscara.

El chofer sorprendido le da las gracias y se los come con agrado.

Cinco minutos después, la abuelita repite, el chofer vuelve a agradecerle el
gesto y se come los cacahuates.

Cinco minutos mas tarde, la anciana viene con otro puñado.

El chofer ya no puede comer más y le pregunta:

- Dígame abuelita, es muy gentil de su parte atiborrarme de cacahuates, pero
¿usted no cree que, a lo mejor, sus cuarenta amigos y amigas querrían
también unos pocos?

- ¡ No se preocupe joven!, no tenemos dientes para masticarlos y sólo
chupamos el chocolate que los recubre!

Una anciana le pregunta a un chofer de micro:
¿Cómo se puede llegar más rápido al cementerio?
El chofer le responde:
Póngase debajo de la rueda.

Un anciano de 90 años llega al médico para su chequeo de rutina. El doctor le pregunta:
¿Cómo se siente?
¡Nunca estuve mejor!, mi novia tiene 18 años, ahora está embarazada y vamos a tener un hijo.
El doctor piensa por un momento y dice:
Permítame contarle una historia:
Un cazador que nunca se perdía la temporada de caza, salió un día tan apurado de su hogar, que se confundió tomando el paraguas en vez del rifle. Cuando llegó al bosque, se le apareció un gran oso, el cazador levantó el paraguas, le apuntó al oso y disparó. ¿A que no sabe qué pasó?
No sé, responde el anciano.
Pues el oso cayó muerto frente a él.
¡Imposible!, exclama el anciano, alguien más debe haber disparado.
¡Pues claro hombre, a ese punto quería llegar!


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